Ser hipster es un término desfasado para los que están al día. "Normcore" es el nuevo concepto para definir la moda que se aproxima.
Ahora lo que se lleva es vestir normal, sin complicaciones y sin sobresalir. Adiós al estilo bohemio y la música "indie", porque triunfarán las camisetas básicas, los pantalones de corte clásico y las deportivas blancas.
"Normcore" es un concepto de nuevo cuño que define la moda que se aproxima. Es vestir normal, sin complicaciones y sin sobresalir.
Hipster era hasta hace poco el término que definía la moda que triunfaba. Se buscaba la continua diferenciación con el resto de la sociedad mediante la música, la literatura y, sobre todo, la ropa.
Nos encontrábamos con una juventud que no aceptaba la sociedad vigente, sino que divagaba en épocas pasadas leyendo a Kerouac o recurría a grupos de música "indie" y alternativos como Vance Joy, Belle & Sebastian y Bon Iver para amenizar el paso del tiempo. Vestían con ropa lo más estrambótica y bohemia posible y las gafas de pasta eran el no va más.
Los largos paseos andando o en bicicleta eran indispensables, a la par que las fiestas en terrazas y bares novedosos (siempre y cuando no estuvieran demasiado de moda, ya que entonces pasarían a ser "mainstream"). Todo esto bajo la supervisión de las "selfies", que no faltaban en ningún momento.
Pero si por algo se caracterizan las modas es que son pasajeras. Situacional, no determinista, adaptable, sin preocuparse por la autenticidad, empatía sobre tolerancia y post aspiracional son los rasgos que caracterizan el "normcore". La siguiente tendencia ya ha llegado, pero con un matiz: nos encontramos ante la moda de los antimodas.
Hipster era hasta hace poco el término que definía la moda que triunfaba. Se buscaba la continua diferenciación con el resto de la sociedad mediante la música, la literatura y, sobre todo, la ropa.
Nos encontrábamos con una juventud que no aceptaba la sociedad vigente, sino que divagaba en épocas pasadas leyendo a Kerouac o recurría a grupos de música "indie" y alternativos como Vance Joy, Belle & Sebastian y Bon Iver para amenizar el paso del tiempo. Vestían con ropa lo más estrambótica y bohemia posible y las gafas de pasta eran el no va más.
Los largos paseos andando o en bicicleta eran indispensables, a la par que las fiestas en terrazas y bares novedosos (siempre y cuando no estuvieran demasiado de moda, ya que entonces pasarían a ser "mainstream"). Todo esto bajo la supervisión de las "selfies", que no faltaban en ningún momento.
Pero si por algo se caracterizan las modas es que son pasajeras. Situacional, no determinista, adaptable, sin preocuparse por la autenticidad, empatía sobre tolerancia y post aspiracional son los rasgos que caracterizan el "normcore". La siguiente tendencia ya ha llegado, pero con un matiz: nos encontramos ante la moda de los antimodas.
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