Esta es la conclusión de un reciente estudio llevado a cabo por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en colaboración con la Universidad Jaume I y cuyo trabajo ha sido publicado en la revista Perception.
Para el estudio, los investigadores compararon la velocidad visoespacial y la respuesta motora de 16 deportistas de kung-fu profesional con 14 jóvenes que no practicaban deporte; todos los participantes tenían una media de 30 años. La tarea se basaba en pulsar una tecla concreta del teclado del ordenador lo más rápidamente posible cada vez que veían aparecer el estímulo, que no era sino un punto negro en la pantalla del ordenador. Además, realizaron una segunda prueba para analizar su rapidez motora. Todos los participantes eran diestros y se les pidió que pulsaran la barra espaciadora lo más rápidamente posible usando primero, el dedo índice de la mano derecha y luego, el dedo índice de la mano izquierda.
"Nuestros resultados indican que los practicantes de kung-fu fueron más rápidos en la detección de estímulos presentados en la periferia del campo visual, sobre todo si éstos aparecían a un ritmo más rápido", afirman los investigadores. En la segunda prueba, los practicantes de kung-fu fueron significativamente más rápidos que los no deportistas solo con la mano derecha, lo que demostraría que éstos han desarrollado una mayor lateralidad ,gracias a los años de entrenamiento, que los no deportistas.
El tipo de entrenamiento llevado a cabo por las personas que practican kung-fu conlleva una gran cantidad de movimientos circulares ejecutados más lateralmente que en otras artes marciales como el taekwondo o el kárate; de esta manera, el estudio concluye que éstos son más veloces detectando estímulos que aparecen en la periferia de su campo visual, que cualquier otra persona que no practique este deporte.
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