NACIONES UNIDAS.- Rusia y China vetaron hoy de nuevo un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU, en este caso una propuesta para llevar los crímenes cometidos en Siria ante la Corte Penal Internacional (CPI).
La propuesta, planteada por Francia y respaldada por decenas de países, recibió trece votos a favor y dos en contra, los de Rusia y China, que tienen derecho de veto en el Consejo.
Se trata del cuarto veto de ambos países en iniciativas planteadas en el Consejo de Seguridad sobre Siria en los más de tres años de guerra civil que sufre ese país.
La votación tuvo lugar después de que el embajador francés, Gérard Araud, apelara a los miembros del Consejo de Seguridad a decir que este organismo "no olvidará los crímenes que se han cometido en Siria", país que sufre un cruento conflicto interno desde marzo de 2011, "ni a los jefes que los han ordenado".
Araud añadió que "hoy se mata, se tortura, se viola en Siria" y, además, "en el marco de una política deliberada de aterrorizar y de castigar".
La intervención del embajador francés no hizo mella en Rusia, cuyo embajador, Vitaly Churkin, ya había dicho el miércoles que su Gobierno vetaría la propuesta, y también se unió China, que tradicionalmente ha mantenido en el Consejo de Seguridad una política sobre Siria más callada que la rusa pero similar en la práctica.
Siria es escenario desde marzo de 2011 de un conflicto entre el Gobierno del presidente Bachar al Asad y grupos opositores que ha causado más de 150.000 muertos y millones de desplazados y refugiados.
Como Siria no se sumó al Estatuto de Roma que creó la CPI, hace falta una decisión del Consejo de Seguridad para dar a ese tribunal con sede en La Haya autoridad para encargarse de los crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos en su territorio.
Dos precedentes en los que el Consejo sí aprobó que la CPI investigara los crímenes cometidos fueron Libia (2011) y la región sudanesa de Darfur (2005).
Tras la votación de hoy, la embajadora estadounidense, Samantha Power, dijo a Rusia y China que sus "vetos ayudan a la impunidad, no solo a la de (Bachar al) Asad, sino también de los grupos terroristas" que operan en Siria.
El embajador británico, Mark Lyall Grant, aseguró, por su parte, que seguirán "trabajando para que haya depuración de responsabilidades" por las atrocidades cometidas en Siria.
"Los autores pueden esconderse por ahora tras los vetos de Rusia y China, pero no podrán eludir a la justicia para siempre", añadió.
El representante de Chile, Cristian Barros, lamentó "profundamente" el resultado de la votación, ya que el proyecto de resolución era "un paso necesario" para que hacer "justicia con todas las víctimas del conflicto en Siria, sin distinguir entre los distintos bandos".
El embajador ruso aseguró que la propuesta de resolución era "un golpe publicitario" buscado por Francia y respaldado por los demás países occidentales para "romper la unidad" de los cinco miembros permanentes del Consejo (EE.UU., Rusia, Francia, Reino Unido y China), que son los que tienen derecho a veto.
Churkin dijo que la principal prioridad en el conflicto sirio es buscar la paz y pidió a los países occidentales que "abandonen sus futiles intentos de agravar la crisis siria".
Por parte de china, el embajador adjunto, Wang Min, recordó que su país no forma parte del Estatuto de Roma, por lo que "China siempre tiene reservas" a la hora de que el Consejo remita a un país a la corte. "Es una cuestión de principios", añadió.
Además, Wang recordó que, en las actuales circunstancias, el texto votado hoy "ni ayuda a crear confianza entre las partes" ni favorece "la reanudación de las negociaciones en Ginebra".
El secretario general de la ONU, Bank Ki-moon, está "decepcionado" por la falta de unidad del Consejo, según dijo su portavoz, Stephane Dujarric, en una conferencia de prensa.
Añadió que si los miembros del Consejo no pueden ponerse de acuerdo en una medida que puede promover la rendición de cuentas por los crímenes cometidos en Siria, "la credibilidad de ese organismo y de esta organización internacional seguirá sufriendo".
Para la organización Human Rights Watch, el veto de China y Rusia "traiciona a las víctimas de crímenes graves" en Siria.
"Moscú y Pekín pueden vetar una resolución, pero no pueden suprimir el deseo de justicia del pueblo sirio", afirmó en un comunicado Richard Dicker, director de justicia internacional de esta organización de defensa de los derechos humanos.
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