Damnificados de las zonas más altas de la ciudad al norte de Chile, que tiene unos 180.000 habitantes, manifestaron su malestar por la demora en la llegada de ayudas luego del sismo de 8,2 grados en la escala de Richter, y una réplica de 7,6 grados entre el martes y el miércoles.
Los servicios de agua y luz sólo han sido restablecidos parcialmente.
"Estamos desamparados. Desde lo alto miramos hacia Iquique y vemos que ya tienen luz y nosotros nada", dijo la vecina Juana Mamani al diario El Mercurio. Horas después, diversos medios locales advirtieron que se levantaron los bloqueos por un acuerdo con las autoridades. "Todo se está resolviendo con esfuerzos propios", aseguró Jorge Soria, alcalde de Iquique.El viernes, un grupo de unas 500 personas también se manifestaron por la lentitud.
El secretario regional ministerial de Vivienda, Luis Astudillo, sumó su palabra en un intento porque se termine la manifestación. "Mañana llegará la ayuda, traeremos baños químicos, todos estamos dañados. Les pedimos paciencia, mi compromiso es que el domingo llegue la ayuda".
El suministro se encuentra restablecido en un 85% de la región de Tarapacá, según el ministro de Energía, Máximo Pacheco. "Si no pasa nada (una nueva réplica), yo creo que estamos a pocos días de alcanzar el 100% de los servicios básicos", dijo Pacheco.
En tanto, el ministro de Defensa, quien junto al de Interior se encuentran desplegados en la zona decretada en catástrofe, aseguró que están llegando las primeras viviendas de emergencia. El jueves se espera contar con el catastro definitivo de las viviendas dañadas por el sismo.
Varias decenas de personas se manifestaron el viernes en Iquique. Encendieron algunas barricadas en la avenida La Tirana e interrumpieron el tránsito en algunas calles de esta ciudad, capital de la región de Tarapcá, una de las más afectadas por el temblor, que también causó serios destrozos en las regiones Antofagasta y Arica Parinacota.
La protesta comenzó cuando un grupo de damnificados reclamó a las autoridades la entrega de mantas, ropa de abrigo y otros elementos para hacer frente a las consecuencias de la catástrofe.
Al respecto, la presidenta chilena Michelle Bachelet dio instrucciones el viernes a los ministros del Interior, Rodigo Peñailillo, y de Defensa, Jaime Birgos, para que viajen a Iquique y aceleren la segunda fase del plan de ayuda, centrada en las localidades alejadas del borde costero.
Los terremotos en el norte de Chile dejaron un balance de seis personas fallecidas, otros tantos lesionados y daños estructurales en viviendas y edificios. Las réplicas están en franca disminución y no superan una magnitud de 5.0.
(Infobae).-
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