Esos 36 meses aún no borran la tristeza de su alma y la mirada perdida de su rostro. "Era mi hermana del alma. Muy cercana a mí. Siempre estábamos juntas", expresó cabizbaja y moviéndose de un lado a otro en el Cementerio Cristo Salvador, al que hoy asistieron cientos de personas a pintar los nichos de sus deudos, eliminar las malezas circundantes y depositar flores, como forma de conmemorar el Día de los Fieles Difuntos.
Esta celebración, que aglutinó a una multitud también en los cementerios Nacional Máximo Gómez y Cristo Redentor, estuvo marcada por lágrimas y lamentaciones por la pérdida a "destiempo" de hermanos, padres, abuelos, hijos, tíos, sobrinos, primos y amigos.
Las oraciones repetitivas y el encendido de velones eran rituales que familiares y amigos realizaron para rememorar a sus seres queridos, y pedir a Dios el descanso eterno de sus almas.
Luis Herrera, morador en el Ensanche Ozama, calificó a sus padres como "lo más bello y querido". "Vine a besarles la mano a mi madre y a mi padre. A decirles presente. A visitarlos. Les traje sus flores, y aquí estoy limpiando su tumba", dijo mientras barría la casita donde reposan los restos de sus padres en el Cristo Salvador.
En el Cementerio Nacional Máximo Gómez un amigo de Nelson Maldonado pintaba el nicho de su padre, quien falleció en el año 2004. "Era todo para nosotros. Un ejemplo a seguir por ser una persona de grandes valores", refirió.
Mientras, los vendedores informales de flores, velones, comidas y bebidas, como cada año en esta fecha, atestaron las afueras y los interiores de los camposantos, y "picaron sus chelitos".
Quejas en Cristo Salvador
Las quejas por el deterioro de las calles del cementerio Cristo Salvador, y los pastizales que cubren muchas de las tumbas, no se hicieron esperar.
"Por el área donde está mi esposo hay personas que se van porque no encuentran a sus familiares, por el monte de hierbas que hay. Porque no lo limpian", lamentó doña Ercilia Reyes.
En Santiago
Desde las primeras horas de este domingo, los cementerios de este municipio fueron abarrotados por miles de personas que con flores, velas y velones en manos, asistieron a recordar las memorias de sus parientes fallecidos.
María Castilla, nativa de Licey al Medio, pero que tiene varios parientes sepultados en el cementerio de la calle 30 de Marzo, se quejó de que este año los velones y las flores que acostumbra comprar estaban más caros.
"Por un paquetito de flores estaban pidiendo 80 y 90 pesos, gracias que algunas compañías funerarias se instalaron aquí y nos regalaron botellas de agua y velones", indicó.
Un amplio dispositivo de seguridad fue dispuesto en los cementerios de esta ciudad, a fin de evitar que personas sean víctimas de carteristas.
Diariolibre.com
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