LOS ANGELES. Los estrenos del cine son tal cual como se ven por televisión: multitudes de admiradores compiten con fotógrafos y reporteros por la atención de los famosos.
Las cámaras disparan sus flashes mientras fornidos guardaespaldas escoltan a las estrellas que atraviesan esta vorágine en sus mejores galas.
La policía y personal de seguridad logran mantener el clamor bajo control. Es una escena embriagante, un evento emocionante y por lo general pregona el más reciente filme de Hollywood. Hasta que algo sale mal, como ocurrió en el estreno de "Maléfica" ("Maleficent") esta semana en Los Ángeles: un hombre saltó una barrera y corrió a tocar a Brad Pitt.
Los ejecutivos de Disney se han limitado a decir que fue un incidente "desafortunado e inapropiado", pero expertos en seguridad dicen que es difícil prevenir tales comportamientos de los fanáticos. AP
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