En los últimos meses se dieron a conocer varios casos de secuestros virtuales . La modalidad no es nueva, pero va adquiriendo diversas variantes para engañar a la gente.
El llamado "secuestro virtual" es en realidad una extorsión. Ocurre cuando un delincuente llama a una persona y le hace creer que tiene a un familiar secuestrado. La amenaza y le pide dinero y joyas a cambio de la liberación del supuesto secuestrado.
En general los llamados se hacen los viernes y sábados en la madrugada, aprovechando que los jóvenes salen a bailar y sus padres se quedan en casa preocupados.
En los últimos casos, se conoció que los extorsionadores se hacían pasar por personal policial o médico que llamaban, supuestamente, para avisar que un familiar había tenido un accidente. Cuando la persona entraba en el engaño, surgían las amenazas y el pedido de pago de un rescate (dinero y joyas) que se dejaba en una bolsa, en alguna esquina cercana a la casa.
El extorsionador se aprovecha de la vulnerabilidad que produce en la gente un llamado con supuestas noticias trágicas y en un horario en que las personas no están muy lúcidas. Ante estos casos, especialistas consultados por LA NACION sugieren:
Cortar la llamada
Son dos las modalidades más usadas por los delincuentes que realizan secuestros virtuales. Una de ellas es fingir ser personal médico o policial que llama para avisar sobre un supuesto accidente de un familiar. Otra es poner al teléfono a una persona llorando que se hace pasar por el familiar presuntamente secuestrado.
"Como los llamados ocurren generalmente a la madrugada, el que atiende, no está del todo alerta y además entra en pánico", explican a LA NACION fuentes de la Policía Federal. Ante esto recomiendan cortar inmediatamente la llamada.
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