Luego de una exhaustiva labor de inteligencia de casi un año de búsqueda, agentes del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur), apresaron durante un operativo en horas de la madrugada a una mujer que se dedicaba al proxenetismo y que tenía en su casa a una menor de edad, a la que usaba para ofrecer servicios sexuales a nacionales y extranjeros.
Cestur informó que a detenida identificada como Gisel Martínez Guerrero, de 20 años de edad, tenía en su casa del sector Santa Fe, en San Pedro de Macorís, a la menor de 16 años de edad, cuyo nombre se omite por razones legales.
La entidad explicó en un comunicado que a la hora de su detención, a la imputada se le ocupó un cuchillo-navaja que escondía en su sostén, con fines no determinados, mostrando una actitud desafiante al amenazar en presencia de los investigadores con matar a la menor si esta ofrecía informaciones.
De acuerdo al relato de la menor a los agentes de investigación del Cestur, Martínez Guerrero era quien coordinaba los actos sexuales y cobraba el dinero, unos RD $1,500, de los cuales entregaba solo una parte de este a la menor luego de haber consumado el acto sexual, mientras que la otra parte lo destinaba a la compra de cocaína que consumía y suministraba a la víctima.
El informe del Cestur indica que Gisel, al ser cuestionada dijo que la menor era su hermana y que solo la acompañaba, mientras ejercía la prostitución. Luego dijo que al momento de conocerla ya la menor se dedicaba a este tipo de práctica.
Señaló que la menor se encontraba viviendo junto con ella y su esposo, así como con su madre y tres hijos de esta.
Señala la investigación que la menor admitió dedicarse a la prostitución, en cuya práctica dijo tenía dos años con el apadrinamiento de la adulta, desde que la llevó a su casa a convivir con ella, cuando la trajo procedente de Villa Mella.
La adolescente narró a los investigadores, según consta explica Cestur, haber iniciado sus actividades sexuales a los 13 años de edad, cuando fue abusada sexualmente en la residencia de su abuela, por un primo suyo, residente en Yamasá.
Detalla el informe oficial del Cestur que la menor dijo ser hija de Aracelis Girón, quien reside en Aruba desde hace cuatros años, a la que tiene dos años sin saber de ella, y la que además le había expresado que no le interesaba lo que haga con su vida.
elcaribe.com.do
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