Tal vez irse al sur y dejarlo todo es un escape de la realidad, un evadir las responsabilidades, pero este viaje de descubrimiento interno les enseña a Andrés y a Vera a vivir, a humanizarse, a encontrarle sentido a las cosas y dejar esa vida burguesa que los tenía cegados a ambos y sobre todo a Andrés que con los años se fue aislando y convirtiendo en un ser cínico e infeliz.
Andrés, quien es el narrador de esta historia, cuenta tres etapas: “La inocencia” “El viaje al sur” “El regreso a casa”... estos tres actos muestran la evolución de nuestros personajes; sus miedos y su pérdida de inocencia, pero, ante todo, cómo aprender a mirar la vida con valor y a apreciarla a cada momento.
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