La ola de violencia, atribuida a un grupo criminal que domina las cárceles de Santa Catarina, tuvo otro capítulo el lunes por la noche con el asesinato a tiros de un agente penitenciario jubilado en la ciudad de Criciúma, a 220 kilómetros de Florianópolis, la capitla regional.
"La Policía está preparada y vamos a dar una respuesta rápida y efectiva para evitar nuevos ataques", afirmó hoy el secretario de Seguridad Pública de Santa Catarina, César Grubba.
El secretario adelantó que los autobuses recibirán escolta policial para intentar cohibir los ataques que se le adjudica al PGC (Primer Grupo Catarinense), una banda criminal que actúa en los presidios del estado.
El funcionario dijo que una de las hipótesis sobre los ataques incendiarios de autobuses en Florianópolis y sus suburbios ocurridos desde el viernes tiene vinculación con operativos anti-drogas en los que se confiscaron recientemente tres toneladas de narcóticos.
Al menos 20 ataques fueron registrados desde el viernes, según informa un comunicado de la Secretaría de Seguridad.
Los ataques a autobuses se registran principalmente en las ciudades de Florianópolis, Criciúma, Navegantes, Guaramirim, Palhoca, Tijucas, Chapecó, Itapema y Gaspar.
Testigos dijeron que desconocidos dispararon en la madrugada contra una sede de la Policía Militarizada ubicada en Jureré Internacional, una de los balnearios con más lujo de la costa brasileña, sin provocar heridos.
El Gobierno federal puso a disposición de Santa Catarina el envío de la Fuerza Nacional de Seguridad (un grupo policial de elite), pero hasta el momento las autoridades del estado limítrofe con Argentina han descartado esa posibilidad.
Los incendios ocurren a cinco días de las elecciones presidenciales, legislativas y regionales en la mayor economía suramericana.
Diariolibre.com
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