Tras realizar una actividad física intensa, una serie de bacterias se dedican a descomponer las cadenas de ácidos grasos, hormonas y componentes sulfúreos presentes en el sudor en moléculas volátiles y malolientes.
Pero no todos olemos igual, y la culpa de agredir las pituitarias ajenas puede tenerla en parte la ropa que te pongas, como acaban de comprobar un grupo de investigadores.
Según explican en la publicación especializadaApplied and Eviromental Microbiology, los autores del estudio recolectaron 26 camisetas de voluntarios que habían realizado una sesión intensiva de spinning.
28 horas después, un panel de expertos en aromas olisquearon las prendas y dictaron su veredicto: las camisetas de poliéster atufaban sin duda más que las de algodón.
Los principales culpables de los efluvios desagradables en los tejidos son las bacterias del género Micrococcus, que, como demuestra el experimento, parecen crecer mejor en el poliéster. Hasta que los científicos averigüen por qué sucede esto, su recomendación es clara; si tienes problemas de olor corporal, mejor usa ropa de algodón.
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