Un equipo de expertos del Departamento de Ciencia Computacional e Ingeniería de la Universidad Estatal de Míchigan (MSU) y el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de EE. UU. ha logrado construir un modelo tridimensional de una huella dactilar humana.
En esencia, el proceso consiste en tomar una imagen de la misma, mapearla y plasmarla en una estructura con forma de dedo.
La réplica, que incluye las características crestas y valles que hacen únicas las huellas de cada individuo, se fabrica mediante un sistema de impresión 3D, lo que permite plasmar sus dimensiones exactas.De este modo, es posible calibrar mejor los lectores de huellas o comprobar su funcionamiento.
En general, para probar la eficacia de estos dispositivos se utiliza un programa de reconocimiento que compara los atributos de una de estas marcas en imágenes con millones de otros registros en grandes bases de datos.
Sin embargo, según los investigadores que han participado en el proyecto, no es exactamente igual una representación bidimensional que la señal que deja un dedo cuando es apoyado en un sensor.
Este avance permitirá mejorar la tecnología de identificación biométrica por dermatoglifos, como la que ya incluyen algunos smartphones, e idear nuevos algoritmos y detectores empleados en los sistemas de seguridad.
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